Se conocen como sociedades offshore aquellas empresas o compañías que se hallan domiciliadas y registradas en países donde no desarrollan ninguna actividad económica o comercial.
Para actuar dentro de la legalidad, una sociedad offshore tiene que cumplir las siguientes condiciones:
- Los administradores de la sociedad no pueden tener su domicilio en el país donde se encuentre la sede social.
- La sociedad no puede ejercer ningún tipo de actividad en este país.
- No puede usar mano de obra local, aunque se le permite tener un representante de la compañía en el país donde esta la sede social.
- No puede usar la economía del país de acogida, concretamente en materia de inversiones, subsidios y transferencia bancarias.
Este tipo de sociedades se constituyen en los países conocidos como “paraísos fiscales”, ya que ofrecen una estricta confidencialidad y privacidad, así como un conjunto de ventajas tributarias.
Las sociedades offshore no son un practica ilegal, su existencia es perfectamente licita, siempre que sus titulares las incluyan en la correspondiente declaración a la Agencia Tributaria.
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