La seguridad social, así como otros organismos, obligan a las empresas y a las personas físicas a obtener un certificado digital para poder operar a través de sus páginas web. De esta manera, se permite autentificar y garantizar la confidencialidad de las comunicaciones entre los ciudadanos, empresas o otras instituciones y la seguridad social.

Estos certificados, a nivel operativo, permiten obtener información de las empresas o de los particulares y, al mismo tiempo, permite apoderar a terceros para las comunicaciones con la seguridad social.