Cuando nos planteamos la adquisición de un inmueble es esencial exigir al vendedor que nos facilite la documentación básica que refleje la situación física y jurídica de la finca. Si el inmueble se halla arrendado es conveniente asegurarse, en concreto, de los detalles del contrato de alquiler vigente, pidiendo al vendedor la siguiente documentación:

  • Copia del contrato de arrendamiento en vigor, con todos sus anexos, novaciones o modificaciones que le afecten. Deberemos fijarnos especialmente en la fecha en que se firmó para saber qué régimen legal le es de aplicación.
  • Copia del certificado de depósito de la fianza legal. Puesto que seremos nosotros, como nuevos arrendadores, quienes estaremos obligados a restituirla al arrendatario al fin del contrato, debemos asegurarnos de que el propietario anterior la depositó en el INCASÒL y de los datos de este depósito.
  • Copia de los documentos de garantía adicional (fianza, aval, depósito, cheque…) con que, si es el caso, se hubiere asegurado el cumplimiento de las obligaciones del arrendatario.
  • Justificación documental (con comprobantes bancarios de los ingresos mensuales, por ejemplo) de que el arrendatario ha estado pagando puntualmente las rendas del alquiler.
  • Cualquier otro documento que, en vista del contrato, sea relevante para conocer las obligaciones que nos incumbirán como arrendadores.