Rotundamente, sí.

Algunas de las ventajas de otorgar testamento son:

  • Permite escoger el destino de nuestros bienes después de la muerte.
  • Podemos nombrar a una persona que se encargue de la ejecución de nuestra voluntad.
  •  Permite otorgar mayor protección al cónyuge viudo.
  •  Podemos evitar que determinadas personas se beneficien en nuestra sucesión.
  •  Ahorra trámites y gastos posteriores a los herederos (acta de notoriedad, declaración de herederos, gastos de partición o división de comunidades…).
  •  Evita disputas posteriores por la adjudicación de bienes determinados.
  • Es barato. Realizar un testamento puede costar menos de 60 euros.
  • Se puede modificar en cualquier momento.

Sin embargo, hay que decir que la mayoría de estas ventajas las obtendremos sólo con un testamento fruto de un buen asesoramiento previo, bien redactado y detallado. Un mal testamento puede acabar trayendo más quebraderos de cabeza a nuestros herederos que la sucesión intestada.