Sí, toda persona mayor de edad o emancipada puede otorgar testamento por sí misma sin necesidad de ir al notario. Es lo que se conoce como testamento ológrafo, y debe estar necesariamente manuscrito y firmado por el testador, con indicación de la fecha y lugar en que se otorga.

Además, para que sea eficaz, hay que presentarlo a adveración ante notario dentro de los 4 años siguientes a la muerte del testador. El notario comprobará la autenticidad del testamento mediante tres testigos que conozcan la letra y firma del testador y declaren que no abrigan dudas de que el testamento está escrito y firmado por aquél, o, en defecto de testigos o si éstos tienen dudas, podrá acordar una prueba pericial caligráfica.

Si el notario estima justificada la autenticidad del testamento extenderá un acta de su protocolización.